Para los navegantes “soltar amarras” es un acto sencillo, que pasa desapercibido...
Sin embargo, cuando queremos emprender un cambio en nuestras vidas, soltar amarras adquiere otra dimensión.
Dicen que el lugar más seguro para un barco es el puerto, pero los barcos fueron diseñados para navegar, no para permanecer en los puertos.
Cuando permanecemos en nuestra supuesta zona de confort, estamos traicionando algo esencial de nuestra condición humana: la creatividad generadora de cambios.
A mí me frenó a veces el miedo, a veces la comodidad, y en general la falta de conciencia.
De a poco comencé a transitar el camino del Arte y sentí que, paulatinamente, mi vida entraba en sintonía con la magia del Universo.
Los hombres fuimos creados para hacer realidad nuestros sueños.
Y a vos..., ¿qué te impide soltar amarras?
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